Radiación… ¿De la
buena?
Cornejo-Gutiérrez
DE1,
Falcón-Mata LM1,
Jauregui-Olivares MV1, Muñoz-Gutiérrez
LM2.
1. Estudiantes de la licenciatura en Médico Cirujano, 6to semestre, Departamento de Medicina y Nutrición, División de Ciencias de la Salud, Universidad de Guanajuato, México.
2. Químico Farmacobiólogo. Encargado de la Protección Radiológica del Departamento de Medicina Nuclear. HRAEB.
Resumen. Siempre
hemos estado en contacto con la radiación, un tipo de energía
controversial, por verse inmiscuida en gran cantidad de catástrofes
a lo largo de la historia, pero… ¿Es posible que algo que ha
generado tantas muertes, aporte grandes posibilidades de vida? ¡Sí,
es posible!... Y hoy en día, la aplicación de este tipo de energía
en la medicina, representa uno de los usos más pacíficos de la
radiación, pues facilita desde la esterilización de material hasta
su implicación en técnicas empleadas para pruebas diagnósticas y
terapéuticas.
Esto
es una realidad, gracias a años de estudio en busca de conocer en
qué consiste
la radiación, su comportamiento tras su absorción celular, sus
efectos, así como la forma de manipularla, sin que esto implique
riesgos mayores. A
partir de lo anterior, la Comisión Internacional de Protección
Radiológica nos proporciona varias recomendaciones para pacientes,
familiares y personal médico que interactúen de alguna manera con
este tipo de energía, con el fin de brindar el máximo nivel de
protección, sin limitar el propósito con el que es utilizada. Para
ello, también se emplean principios de la protección radiológica
que podemos dividir en dos partes: los principios relacionados con la
fuente, que son justificación y optimización de la protección; y
el principio relacionado con el individuo. Dichos esfuerzos tienen
como objetivo generar un ambiente seguro para todo individuo
expuesto.
Palabras
clave: radiación,
energía, diagnóstico, tratamiento, protección.
Abstract. We have
always been in contact with radiation, a type of energy controversial
to be involved in lot of catastrophes throughout history, but ...
Is it possible that something that has generated so many deaths,
contribute great life possibilities? Yes, it is possible, and today,
the application of this type of energy in medicine represents one of
the most peaceful uses of radiation, as it facilitates from the
sterilization of material to its involvement in techniques used to
diagnostic and therapeutic tests. This is a reality thanks to years
of study in search of knowing in what consists of radiation, its
behavior after its cellular absorption, its effects, as well as the
way to manipulate it without this implying greater risk.
Based on
the above, the International Commission on Radiological Protection
provides us with several recommendations for patients, family members
and medical personnel that interact with any way with this type of
energy, to provide the maximum level of protection without limit the
purpose with which it is used. For this, principles of the
radiological protection that we can divide into two parts: the
principles related to the source, which are justification and
optimization of protection; and the related principle with the
individual. These efforts are aimed at creating a safe environment
for every individual exposed.
Keywords:
radiation,
energy, diagnostic, treatment, radiological.
Resumo. Nós
sempre ter estado em contacto com a radiação, um tipo de energia
controversa inmiscuida estar em um monte de catástrofes ao longo da
história, mas ... É possível que algo que tem gerado tantas
mortes, grande contribuição potencial da vida? Sim, é possível, e
hoje, a aplicação deste tipo de energia na medicina representa um
dos usos mais pacíficos da radiação, como previsto a partir da
esterilização de material à sua participação em técnicas
utilizadas para testes de diagnóstico e terapêuticos. Isto é uma
realidade graças a anos de estudo em busca de saber em que consiste
a radiação, seu comportamento após sua absorção celular, seus
efeitos e como manipulá-la sem que isso implique maiores riscos.
Do
acima exposto, a Comissão Internacional de Proteção Radiológica
oferece várias recomendações para os pacientes, familiares e
funcionários médicos interagem de alguma forma com este tipo de
energia, a fim de fornecer o mais alto nível de proteção sem
limitar a finalidade para que é usado. Para isso, também são
utilizados princípios de proteção radiológica, que podem ser
divididos em duas partes: os princípios relacionados à fonte, que
são a justificativa e a otimização da proteção; e o princípio
relacionado ao indivíduo. Esses esforços visam criar um ambiente
seguro para todos os indivíduos expostos.
Palavras-chave:
radiação,
energia, diagnóstico, tratamento, proteção.
Introducción
¿Qué pensarías si te dijera
que la radiación puede salvarte la vida? Podría sonar como una
afirmación absurda, pero es una realidad.
La radiación forma parte de
nosotros, cualquiera que sea su origen, natural o artificial, siempre
hemos estado en contacto con ella. A través de los años, se ha
relacionado dicho término con terribles catástrofes; pero también
ha traído grandes beneficios en diferentes áreas, una de ellas, la
medicina, donde ha apoyado en la detección y tratamiento de
distintas enfermedades, dándoles soluciones más oportunas,
aportando así, posibilidades de vida a gran cantidad de personas.
En efecto, la radiación tras
una exposición alta y sin las medidas de seguridad necesarias, puede
generar muchas alteraciones; esto lo han demostrado las tragedias
sucedidas a lo largo de la historia, como el bombardeo de Hiroshima y
Nagasaki o el accidente de Chernobyl, donde hoy en día, aún hay
evidencia del daño causado a sus víctimas. Sin embargo, lo pasado
también nos ha permitido estudiar en qué consiste la radiación, su
comportamiento tras su absorción celular, sus efectos, así como la
forma de manipularla, sin que esto implique riesgos mayores. Es por
lo anterior, que en la actualidad existen normas de seguridad que
protegen tanto al personal como a los pacientes; de tal manera que,
al usar métodos radiactivos en el proceso diagnóstico o
terapéutico, se vean inmersos en un ambiente seguro.
Nuestro objetivo es que
comprendas que, no es una energía inofensiva, pero tampoco es
indomable ni incontrolable.
¿Qué
es la radiación?
La radiación es un fenómeno
mediante el cual una sustancia emite, propaga y transfiere energía
en forma de ondas electromagnéticas o partículas.
Como
sabemos, la materia está formada por átomos, dichos átomos poseen
un núcleo, el cual contiene partículas positivas llamadas protones
y partículas sin carga, llamadas neutrones. Alrededor de ese núcleo,
se encuentran girando, tal como la tierra lo hace con el sol,
partículas negativas denominadas electrones.
La estabilidad de un átomo
dependerá de dos factores: uno eléctrico y otro de la composición
de su núcleo. En el primer caso, será necesario que la suma de sus
cargas eléctricas sea igual a cero, es decir, necesita tener la
misma cantidad de protones (cargas positivas) y electrones (cargas
negativas) (Figura 1); cuando sucede lo contrario, entonces
predominarán más un tipo de cargas que de otro, y a esto se le
llama “ion”. En el segundo caso, será importante que la
proporción entre protones y neutrones (masa atómica) sea una
combinación estable; por lo general, los neutrones serán los que
varían en cantidad ante un número fijo de protones, a estas
variaciones, las llamaremos “Isótopos”.
Cuando los isótopos con
combinaciones inestables, buscan estabilizar su composición
emitiendo espontáneamente energía (radiactividad), y se denominan
“radioisótopos”. Dicha energía, se clasifica en dos tipos
(Figura 2): 1) Ionizante, aquella que tiene la capacidad de
arrancarle electrones a otros átomos; por lo tanto, los hace perder
su estabilidad eléctrica formando iones (Figura 3); y 2) No
ionizante, aquella sin la capacidad de formar iones (microondas,
rayos ultravioleta, luz visible, ondas de radio). En el caso de la
primera, puede ser alfa, beta o gamma, según su poder ionizante y
capacidad de traspasar ciertos materiales (capacidad de penetración);
tales propiedades son importantes, pues determinarán su forma de
aplicación y medidas de seguridad, en las diferentes técnicas
diagnósticas y terapéuticas diseñadas a partir de la energía
ionizante. (Figura 4).
Radiación
y Medicina
En los últimos dos siglos, la
medicina ha experimentado avances importantes gracias a la
implementación de energía radiactiva en técnicas de diagnóstico y
tratamiento, donde aprovechando la capacidad de destrucción,
transmisión e interacción celular de la radiación, las ha vuelto
más específicas y efectivas; facilitando la observación e
intervención del organismo, sin necesidad de acudir a métodos
invasivos.
En diagnóstico, la muy
conocida radiografía, es un claro ejemplo de ello, pero también ha
creado estudios como el ultrasonido, tomografía y resonancia
magnética; herramientas que han permitido optimizar tiempos en la
detección de múltiples patologías, evitando su progresión.
Anteriormente, enfermedades como el cáncer representaban un camino
directo a la muerte; hoy en día, gracias al uso de técnicas
nucleares, es posible obtener su diagnóstico temprano, además de
ofrecer estrategias terapéuticas eficaces, que permiten brindar al
paciente mayores posibilidades de vida y de recuperación.
Por
lo tanto, podemos decir que el aprovechamiento de la energía atómica
para la medicina, representa “una de las aplicaciones más
pacíficas de la radiación” (Comunicación & PO, 2014).
En las tablas 1 y 2, te
mostramos algunos de los usos más comunes, tanto en diagnóstico
como en tratamiento, donde seguro varios de ellos, han sido aplicados
en ti, en alguien de tu familia o conocidos para la atención de su
salud.
Protección
radiológica en medicina
Hoy
en día, con la inmensa gama de técnicas novedosas existentes, es
importante facilitar la accesibilidad, eficiencia, calidad,
efectividad y seguridad de las técnicas desarrolladas. Para esto,
existen grupos de profesionales que se encargan cumplir dichos
objetivos, y alcanzar así el máximo beneficio que estas ofrecen
para la atención de los pacientes.
Aquí
te mostramos algunas recomendaciones que nos ofrece la Comisión
Internacional de Protección Radiológica (ICRP, por sus siglas en
ingles), acerca de la exposición radiactiva a la que pueden
presentarse los pacientes, personal médico, familiares y cuidadores.
Dicha información permite entender y tener una correcta aplicación
de los principios fundamentales: justificación, optimización de la
protección y la aplicación de límites de dosis. Todo esto con el
objetivo de brindarnos el nivel más adecuado de seguridad, sin
limitar el propósito con el que es utilizada la radiación; es
decir, si usamos esta energía como tratamiento, la protección
radiológica debe cuidarnos lo más posible sin detener nuestro
procedimiento.
Principios
relacionados con la fuente
Justificación:
Nos indica que, para cualquier exposición a radiación o cambio en
ésta, debe producir más beneficio que daño. La ICRP nos da tres
niveles de justificación para las prácticas radiológicas en
medicina:
1.
El uso apropiado de la radiación en la medicina es aceptado, ya que
es más beneficioso que dañino de forma general para la sociedad.
2.
Hay que verificar si el uso de la radiación, como diagnostico o
tratamiento, nos va a brindar la información necesaria de nuestros
pacientes.
3.
Cada paciente tiene una justificación individual, por la que es
necesario o no utilizar radiación.
Optimización
de la protección: Se refiere a
la posibilidad de disminuir el número de personas expuestas, de
exposiciones a la radiación y la magnitud de las dosis, siendo todo
esto personalizado para cada caso. También incluye que el nivel de
protección sea el mejor, aumentando el beneficio contra el daño en
todo aspecto.
Principio
relacionado con el individuo- Limitación de la dosis
Es
importante, que independientemente de la situación en la que
estemos, hagamos un juicio sobre la utilidad que tendrá la
exposición a una fuente de radiación. Tal es el caso del estudio
del paciente, donde si tenemos un análisis personalizado de cada
caso, podríamos eliminar estudios que no son necesarios para este,
optando así, por otros métodos de diagnóstico. De esta manera,
podemos tener un control y, en cierto punto, una limitación de la
dosis o exposición. Ahora que, si hablamos de la radiación como
parte de un tratamiento, debemos tener en mente el poder lograr un
equilibrio entre la dosis que aplicamos al paciente y la que
realmente necesita.
Otra
parte importante para la protección radiológica es el principio
ALARA (por sus siglas en inglés, “As
Low As Reasonably Achievable”),
este nos dice que las dosis que reciben los trabajadores expuestos a
radiación deben ser “tan bajas como razonablemente sea posible”.
Para que esto pueda lograrse, se deben considerar aspectos del
entorno como son los sociales y económicos. El concepto de ALARA va
de la mano con los tres principios antes mencionados, y para poder
ponerse en práctica, debemos considerar el principio de
optimización, al tomar cualquier posibilidad de ahorro en las dosis
a las que el personal sea expuesto.
Prevención
de accidentes en terapia con radiación
La
prevención es un aspecto que debe ser
considerado desde el diseño e instalación de los equipos de
trabajo, esto nos permite prevenir fallas de maquinaria y errores
humanos, así como tener presentes las probables consecuencias que se
llegaran a presentar. De forma general, podemos mencionar que el
equipamiento debe estar diseñado para reducir errores por parte del
operador, rechazando de forma automática indicaciones o comandos que
no sean dados de forma adecuada. De igual manera, este debe ser
calibrado al momento de su instalación, después de cada
modificación y de manera rutinaria, para tener bajo control los
errores por parte de las máquinas.
Conclusión
Sin
duda la radiación en la actualidad ha aportado gran cantidad de
beneficios para la medicina en el diagnóstico y el tratamiento de
diversas enfermedades. Como pudiste darte cuenta, es posible
manipularla para conseguir resultados positivos. Hoy en día,
diversas instituciones y grupos de profesionales buscan generar
novedosas estrategias de protección, con el objetivo de limitar el
riesgo de exposición, prevenir accidentes y actuar correctamente
ante situaciones indeseadas, magnificando así, las bondades que nos
puede ofrecer este tipo de energía. Es importante limitar el uso de
métodos radiactivos sólo a situaciones donde sea necesario, por lo
que, los principios sobre los que se basa su uso, son claros: buscar
mayor beneficio que daño (justificación), y disminuir el número de
personas, dosis y exposiciones a radiaciones (optimización).
Con
todo lo anterior, podemos concluir que…. ¡La energía radiactiva
es una maravilla!
Bibliografía
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