DIVULGACIÓN CIENTÍFICA DE CIENCIAS DE LA SALUD DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO

Directores del Programa Dr. Agustín Ramiro Urzúa González. Dr. Manuel José Rivera Chávez. Colaboradores: Dra. Mónica del Carmen Preciado Puga, Dr. Luis Adolfo Torres González, Dra. Catalina Peralta Cortázar, Dr. Antonio de Jesús Álvarez Canales, Dr. Edgar Efrén Lozada Hernández, Dra. Leticia Gabriela Marmolejo Murillo, Dra. Gloria Patricia Sosa Bustamante. MPSS: Dra. Sheila Estefanía Márquez Rodríguez
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SO, ARE YOU AFRAID OF THEM? Stigma associated with mental illness.


Y tú, ¿les tienes miedo?


Estigma asociado al paciente psiquiátrico.





Meneses-Moreno MA,1 León-González CB,2 Lira-Gutiérrez BI,2 Llamas-Palacios SM2
1. Psiquiatra, jefa de enseñanza e investigación del CAISAME (Centro de atención integral a la salud mental, León Gto.)
2. Estudiantes de la licenciatura en Médico Cirujano, en el Departamento de Medicina y Nutrición, de la División de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guanajuato.


Resumen


En el presente artículo se aborda la problemática del estigma existente en nuestra sociedad hacia los pacientes psiquiátricos. El estigma es el conjunto de ideas negativas que se adjudican a una persona que padece una enfermedad psiquiátrica. En el transcurso del artículo se expondrá el impacto que tiene esta problemática en la vida de una persona que sufre este tipo de padecimientos y la generación del autoestigma. También se profundizará en las problemáticas que debe afrontar el círculo social del paciente, en especial su familia. Por último, nos adentraremos en el papel que la sociedad toma ante esta situación y las consecuencias que esto conlleva.


Palabras clave: Estigma, autoestigma, paciente psiquiátrico, sociedad, círculo social.


Abstract


This article addresses the problem of stigma in our society towards psychiatric patients. Stigma is the set of negative ideas that are attributed to a person suffering from a psychiatric illness. In the course of the article will be exposed the impact that this problem has on the life of a person who suffers this condition and the generation of self-stigma. It also delves into the problems that the patient's social circle must face, especially his family. Finally, we will delve into the role of society.


Keywords: stigma, self-stigma, psychiatric patient, society, social circle.


Resumo


Neste artigo, o problema do estigma em nossa sociedade em relação aos pacientes psiquiátricos é abordado. O estigma é o conjunto de ideias negativas que são atribuídas a uma pessoa que sofre de uma doença psiquiátrica. No decorrer do artigo será exposto o impacto que esse problema tem na vida de uma pessoa que sofre esse tipo de sofrimento e a geração de auto-estigma. Ele também investiga os problemas que o círculo social do paciente deve enfrentar, especialmente sua família. Finalmente, vamos nos aprofundar no papel da sociedade.


Palavras-chave: estigma, autoestigma, paciente psiquiátrico, sociedade, círculo social.


Introducción


      ¿Qué es lo primero que viene a su mente cuando escucha “Paciente psiquiátrico o enfermo mental”? Seguramente el panorama que se formuló no ha sido agradable. Estas ideas negativas y erróneas integran un fenómeno de generación e imposición de estereotipos conocido como: “estigmatización”. A lo largo del tiempo los pacientes psiquiátricos han tenido que lidiar no sólo con el sufrimiento de su enfermedad, sino también con el estigma que la sociedad les impone por padecerla. La generación del estigma es un proceso complejo que conduce al rechazo de la persona en múltiples áreas de la vida en sociedad. Esta exclusión dificulta el proceso de tratamiento y rehabilitación que el paciente debe llevar para su readaptación a su vida.


Desarrollo


El estigma ha sido un problema a través de los años para los pacientes psiquiátricos, obstaculizando su atención médica y su integración en la sociedad. Según la encuesta nacional de epidemiología psiquiátrica en México realizada en el 2003 solo uno de cada diez sujetos con un trastorno mental recibieron atención psiquiátrica.


 Antecedentes


México fue pionero en dar atención hospitalaria a los enfermos mentales en américa latina con la fundación del hospital de San Hipólito en 1566.  Después en 1910 Porfirio Díaz inauguró el primer hospital psiquiátrico “La Castañeda” este fue un parteaguas en México para la psiquiatría, por primera vez se habría un espacio para dar un tratamiento, aunque este fuera ineficaz. Ya entrado el siglo XX todavía no se contaba con los recursos terapéuticos efectivos, esto contribuyó a los prejuicios de la sociedad hacia las enfermedades mentales .


¿Qué es el estigma?
Puede ser entendido como la pérdida de estatus y la discriminación de la que es objeto una persona que presenta un atributo evaluado como negativo por parte de la comunidad a la que pertenece; de manera que es el resultado de una dinámica social y sus manifestaciones varían de una cultura a otra.  De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española estigma proviene Del lat. stigma 'marca hecha en la piel con un hierro candente', que significa Marca o señal en el cuerpo, desdoro o mala fama. El término puede ser visto como el establecimiento de una etiqueta a las personas con enfermedades psiquiátricas por parte  de la sociedad. Esta etiqueta dota a los individuos de características y condiciones que distorsionan su realidad provocando en ellos un autoestigma.


  • Autoestigma


    Se puede definir este término como el proceso por el cual el paciente psiquiátrico se adjudica una forma negativa de ser, comportarse y en general de vivir, por el hecho de padecer su enfermedad. Dotando de esta manera a la persona de miedos irracionales preconcebidos, los cuales no reflejan su realidad. Estas ideas pueden llegar a tomar demasiado poder sobre su vida real, ocasionando la distorsión de su identidad.
    El problema del autoestigma surge desde antes de que el paciente sea diagnosticado con la enfermedad. Esto es posible pues desde que la persona tiene conciencia se encuentra inmerso en un mundo donde tener una enfermedad psiquiátrica está mal.
    Lo anterior, genera que las personas al recibir un diagnóstico psiquiátrico visualicen un futuro completamente negativo. Entonces suelen perder la confianza en ellos mismos y debilitan su autoestima, llevándolos a que su tratamiento sea infructífero y que solo consigan menospreciarse. En un estudio polaco del 2011 realizado en pacientes psiquiátricos, arrojó que el 87% de los encuestados vivió la experiencia del estigma en forma de rechazo por parte de otros. El 74% creía que los empleadores discriminaban a los enfermos mentales, el 81%  esperaba un rechazo en las relaciones íntimas y el 79,3% de los encuestados con esquizofrenia no creía que alguien quisiera casarse con ellos. Además, la gran mayoría de los pacientes con esquizofrenia (72%) sienten que deberían ocultar su diagnóstico. Es importante entender que la aceptación y la disposición al tratamiento son herramientas que fortalecen a la persona dándole esperanza para luchar contra su enfermedad. Sin lo anterior, no se puede esperar un recuperamiento ni un apego al tratamiento total. 

    El estigma en la familia

    El núcleo familiar del enfermo mental es piedra angular en la continua lucha que este enfrenta contra su enfermedad. Hacer frente a una enfermedad psiquiátrica, no resulta sencillo para ningún integrante de la familia. Una vez que el paciente es diagnosticado, los familiares en especial los padres llevan a cabo cambios para tratar con su nueva situación. En algunos casos tendrán que hacerse cargo de las necesidades básicas; comida, hogar y recursos económicos. Además, tendrán que aprender a convivir con su familiar enfermo y a enfrentar los complicados síntomas que este puede presentar.
    Ante un escenario tan abrupto, es común que la familia actúe de alguna de las siguientes maneras: Intentar aproximarse y conocer la enfermedad; o bien, no hacer nada. También se observan posturas positivas que terminan después de un tiempo. Sin embargo, hay casos donde las familias otorgan apoyo  durante todo el curso de la enfermedad; lamentablemente este escenario es el menos frecuente. El proceso de adaptación puede llegar a ser difícil. La familia puede entrar en un proceso de crisis como resultado de diversas situaciones: desequilibrio económico, miedo, vergüenza y frustración por sentir que no pueden ayudar a su pariente a recuperarse. Aunado a la situación interior, la familia debe afrontar el estigma que les impone la sociedad y el que ellos mismos se atribuyen por tener un integrante que sufre esta problemática. A este fenómeno se le llama “estigma de cortesía”.
    Al igual que el estigma del enfermo, el estigma familiar fomenta un secretismo, situación de la que nadie habla, tanto dentro como fuera del hogar. Provocado por temor a que la sociedad los excluya o los señale como posibles portadores de la misma enfermedad. Lo anterior desarrolla en los integrantes de la familia  un sentido de injusticia y rechazo hacia el enfermo mental.

    La sociedad y el estigma.

    En la sociedad se ha arraigado una idea muy negativa sobre el paciente psiquiátrico. Usualmente se le define como una persona peligrosa, desalineada, violenta e impredecible. Este estereotipo se transmite de persona a persona y va provocando un repudio generalizado, el cual no sólo incluye a la persona enferma sino a todo su círculo social. Estas ideas erróneas e infundadas nos han llevado a generar un proceso de discriminación que dificulta la readaptación del paciente a su vida cotidiana.
    El problema surge por el miedo innato que el ser humano tiene a lo desconocido y a sufrir la enfermedad. Lo anterior, lleva a las personas a buscar seguridad haciendo uso de la segregación del enfermo y de todo aquel que se relacione con él.
    El ejemplo más claro del problema es el empleo. En otro estudio Polaco del 2011 de pacientes con esquizofrenia, se encontró que adaptarse al trabajo presenta la mayor dificultad para estos. Tras 15 años del diagnóstico el 60% de los pacientes en edad productiva no trabajaban y después de 20 años, el 31% de los encuestados tenía trabajo, pero solo el 25% de ellos trabajaba en el mercado abierto. El empleador comúnmente ve al paciente como incapaz de realizar las actividades que se requieren; lo que obliga a estos a ocultar su enfermedad por miedo al rechazo.
    La forma en la que la discriminación y segregación antes mencionada afecta a estas personas, es por el hecho de que poco a poco comienzan a perder su rol social. Dejan de formar parte de la vida de los demás y de ser o sentirse productivos dentro de la sociedad. Lo cual no les permite sentirse útiles; comienzan a pensar que son una carga para aquellos que los rodean y a la vez esto les genera más ansiedad, culpa y enojo con ellos mismos. Por lo tanto, su tratamiento y readaptación es sumamente complejo. Hoy la medicina ha avanzado en el entendimiento y tratamiento de estas enfermedades; pero si la sociedad no integra a estas personas, entonces va a ser difícil que el enfermo pueda aprender a vivir aceptando su enfermedad.

¿Cómo podemos prevenir?


En nuestra sociedad desafortunadamente se da mucho la desinformación, es aquí en donde podemos actuar para prevenir el desarrollo del estigma; Psiquiatría preventiva. Enfocándonos en tres sectores: a toda la población, a la población en riesgo y a la población enferma. Instruyéndolos sobre las enfermedades mentales.

La sociedad cree que una enfermedad psiquiátrica sólo es cuando alguien padece algún síntoma como escuchar voces o que realice alguna acción fuera de lo común, pero esto es una falacia, según el CIE-10 las enfermedades mentales pueden ir desde un trastorno depresivo hasta alguien que padece Esquizofrenia.
 Sería bueno que realicemos campañas para alentar a las personas a que conozcan más sobre las enfermedades mentales, de esta manera disminuir las etiquetas, Ya que todos contamos en nuestro círculo social con alguien que enfrente una enfermedad mental.

Conclusión


A pesar de los continuos avances científicos, seguimos inmersos en una sociedad con ideas populares muy arraigadas.  Las enfermedades psiquiátricas, no son algo que escape a los estereotipos e ideas erróneas sobre las personas que las padecen y su círculo social. Lamentablemente se juzga de manera injusta a los pacientes, cuando es un padecimiento que no se elige. Lo anterior, genera grandes barreras para la recuperación y readaptación del paciente. De esta manera, se sumerge a la persona en un torbellino de culpa propia. Entonces el paciente no solo lucha dentro de él mismo, sino contra un mundo que hace lo posible por excluirlo y dejarlo atrás. Es necesario preguntarnos ¿cómo quisiéramos ser tratados por los demás, si nosotros o algún ser querido tuviera que afrontar este problema? No permitamos que la ignorancia ciegue nuestra humanidad, estas enfermedades tienen tratamiento y pueden presentarse en cualquiera.


Basta de estigmatizar estas enfermedades, recuerda; 

“Una enfermedad no define a una persona”.


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