Pequeñas partículas contra grandes enfermedades
Vera-Durán
MF1,
Rodríguez-Carrillo AA1,
Tamayo-Escorcia JE1,
Ramírez-Garzón YT2.
1. Estudiantes
de la licenciatura en Médico Cirujano, 6to semestre, Departamento
de Medicina y Nutrición, División de Ciencias de la Salud,
Universidad de Guanajuato, México.
2. Física
Médica con Maestría en Ciencias. Adscrita al Departamento de
Medicina Nuclear del HRAEB.
Resumen
La
nanotecnología es la ciencia de lo pequeño, trabaja modificando
materiales orgánicos e inorgánicos por medio de la miniaturización
de sus componentes, la medida utilizada para este propósito es
llamada nanómetro, que equivale a la milmillonésima parte de un
metro, tamaño en el cual las propiedades de los materiales cambian
de manera drástica. Para lograr lo anterior, se manipula cada
nanopartícula en sus características más importantes: tamaño,
forma, revestimiento, carga y material.
Es
difícil tan sólo imaginar el tamaño de estas partículas, así
como creer que son útiles en el tratamiento de una enfermedad, que a
lo largo de la historia del hombre, ha sido una de las principales
causas de muerte, como lo es el cáncer.
Palabras
clave: nanotecnología, cáncer, mutación, nanopartícula,
péptidos.
Abstract
Nanotechnology
is the science of the small, it works by modification of organic and
inorganic materials through the miniaturization of its components,
the measure used for this purpose is called nanometer, which is
equivalent to one billionth of a meter, size in which the properties
of materials change drastically. To achieve this, each nanoparticle
is manipulated in its most important characteristics: size, shape,
coating, load and material.
It
is difficult to just imagine the size of these particles, as well as
to believe that they are useful in the treatment of a disease, that
throughout history of human, has been one of the main causes of death
such as cancer.
Keywords:
Nanotechnology, cancer, mutation, nanoparticle, peptides.
Resumo
A
nanotecnologia é a ciência do pequeno, trabalha modificando
materiais orgânicos e inorgânicos através da miniaturização de
seus componentes, a medida utilizada para esse fim é denominada
nanômetro, que equivale a um bilionésimo de metro, tamanho em que
as propriedades de materiais mudam drasticamente. Para alcançar o
acima exposto, cada partícula é manipulada em suas características
mais importantes: tamanho, forma, revestimento, carga e material.
É
difícil imaginar o tamanho dessas partículas, assim como acreditar
que elas são úteis no tratamento de uma doença que ao longo da
história do homem, tem sido uma das principais causas de morte, como
o câncer.
Palavras
chave: nanotecnologia, câncer, mutação, nanopartículas,
peptídeos.
Introducción
Las
primeras computadoras tenían grandes piezas llamadas transistores,
esto hacía que tuvieran el tamaño de una habitación. En el espacio
que ocupaba un transistor, ahora podemos colocar millones de
microchips. Gracias a eso, una computadora del tamaño de una
habitación cabe ahora en tu bolsillo. Se podría decir que el futuro
tiende a lo pequeño. Estas son palabras de la científica Sangeeta
Bhatia, quien trabaja con medicamentos en una escala miniatura
sorprendente en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT),
las cuales nos hacen reflexionar sobre cómo podemos utilizar esta
tecnología para salvar vidas; si las computadoras transforman
nuestras vidas a diario, gracias a ser lo suficientemente pequeñas
para llevarlas a todas partes, ¿por qué no utilizar esta
miniaturización para transformar vidas en el área médica?
Esto
es posible gracias al uso de unas pequeñas partículas de materiales
tan variados que pueden ser desde oro hecho polvo, hasta un cristal
de cadmio y selenio (un elemento que encontramos, por ejemplo, en los
champús) o incluso una molécula llamada albúmina, que se encuentra
de forma natural en la sangre humana. (Stricker, T. P., &
Kumar, V. 2010)
La
característica de estos materiales es que, para hacerlos funcionar,
son reducidos a un tamaño tan diminuto, que decimos que están a
“nano-escala”; es decir, que son mil veces más pequeñas que el
grosor de un cabello humano y se miden en “nanómetros”, la
milmillonésima parte de un metro, de ahí el nombre. (Stricker,
T. P., & Kumar, V. 2010)
¿Qué
son las nanopartículas?
“Pequeños
localizadores en un mundo infinito”
La
nanotecnología es la ciencia de lo pequeño, trabaja modificando
materiales orgánicos e inorgánicos, por medio de la miniaturización
de sus componentes. La medida utilizada para este propósito es
llamada nanómetro, tamaño en el cual las propiedades de los
materiales cambian de manera drástica. Los avances científicos y la
aplicación en diversas áreas, la han convertido en una de las
disciplinas con mayor inversión económica. Uno de los campos más
prometedores en medicina, es el referente a la investigación en
nanopartículas (moléculas de tamaño diminuto), el cual contribuye
al diagnóstico y tratamiento de una gran variedad de enfermedades,
en su mayoría tumores cancerígenos (masas de células malignas en
el cuerpo). (Hauert, S., & Bhatia, S. N. 2014).
Esta
partícula tan pequeña tiene una forma de actuar cooperativa, es
decir, interactúa con su ambiente para otorgarnos un beneficio.
Por ejemplo, existen moléculas con características especiales
que nos ayudan a la localización de tumores, pues actúan como
espías en nuestro organismo. (Lin, K. Y., Kwon, E. J., Lo, J. H.,
& Bhatia, S. N. 2014).
Una
gran variedad de nanopartículas han sido estudiadas y modificadas.
La función espía protectora de estas partículas dependen de
ciertas características (figura 1), que les permiten cumplir una
función específica, estas son:
1. Tamaño
2. Forma
3. Revestimiento
(material que compone su exterior)
4. Carga
5. Material
Por
ejemplo, para que una nanopartícula realice la función de encontrar
un tumor, es decir, se vuelva un espía eficaz en el cuerpo, debe
tener un cierto tamaño. El tamaño de una partícula, también
limita su capacidad de ser captado por las células, y los datos
indican que diferentes tamaños podrían ser utilizados a través de
diferentes rutas de eliminación. La orina juega un papel muy
importante en el “escape” de estas diminutas partículas, ya que
al ser tan pequeñas, pasan rápido a nuestra sangre y se eliminan
por este fluido. (Hauert, S. et al. 2014). El tamaño más
adecuado para que la partícula no escape tan fácilmente, es de 5 a
500 nanómetros. La forma de estas nanopartículas también es
importante para que las células del cuerpo las reconozcan con
facilidad. Por ejemplo, las partículas esféricas y rígidas son más
difíciles de eliminar. La carga es otro aspecto importante que se
debe tomar en cuenta, ya que a las diminutas partículas con carga,
el cuerpo las reconoce con mayor facilidad, y como consecuencia evita
que realicen su función. Es por ello que se utilizan diversas
sustancias (polietilenglicol, por ejemplo) como camuflaje, para
evitar entorpecer la acción de dichas sustancias. Sin embargo,
irónicamente, al momento de llegar a la célula donde actuarán,
realizan mejor su objetivo cuando poseen carga, entonces uno de los
grandes retos de esta contrariedad, es lograr que las nanopartículas
puedan desprenderse de esa capa o camuflaje, al momento de llegar a
su destino. La superficie de estas partículas está diseñada para
encontrar las células “malas” del cuerpo, mediante una variedad
de localizadores (llamados en medicina; péptidos, anticuerpos,
aptámeros, etc.) que permiten la unión de la molécula con la
célula localizada. (Lin, K. Y. et al. 2014).
El
comportamiento de las nanopartículas es el resultado de su diseño e
interacción con el medio ambiente. El control de cada una de ellas
se logra adaptando sus características en función de su objetivo.
El comportamiento en conjunto de billones de estas moléculas in
vivo, determina su éxito como tratamiento o diagnóstico. (Hauert,
S. et al. 2014)
¿Cómo
funcionan las nanopartículas?
Como
ya se mencionó, las nanopartículas son materiales y sistemas que
realizan sus funciones en escalas muy pequeñas (desde micrómetros
.000001 m hasta nanómetros .000000001 m). Imaginemos lo difícil que
resulta elaborar herramientas del tamaño mencionado y además,
lograr que funcionen adecuadamente para ayudarnos en el diagnóstico
y tratamiento del cáncer. Puede parecer complicado entender cómo
funcionan, o el hecho de comprender el significado de algunas
palabras, pero intentaremos explicarle de la manera más sencilla,
para que logre conocer acerca de este tema que va ganando terreno en
la ciencia médica gracias a sus beneficios.
El
cáncer es una enfermedad en la que las células de algún órgano
crecen anormalmente y se multiplican excesivamente, invadiendo y
destruyendo tejidos circundantes, además de que tienen un consumo
alto de nutrientes; este último lo logran a través de la formación
de nuevos vasos sanguíneos, en los cuales viajan estos nutrientes,
proceso al cual llamaremos angiogénesis. Algunas células sufren
cambios estructurales en su ADN (Ácido Desoxirribonucleico),
llamadas mutaciones; lo cual produce un cambio en la superficie, que
sirve para avisar a otras células que están dañadas y deben morir
a cargo de las células del sistema inmune, que se encargan de
eliminar desde virus hasta células enfermas. (Stricker, T. P., &
Kumar, V. 2010)
Sin
embargo, esto no siempre ocurre, y las señales expresadas en la
superficie no son captadas por estas células inmunes, dando paso a
la multiplicación de la célula dañada, que tendrá por resultado
el nacimiento de células alteradas y que producirán cáncer.
(Hanahan, D., & Weinberg, R. A. 2011)
Las
células tumorales, expresan receptores específicos que alertan de
un daño, esto es aprovechado por algunos fármacos anticancerosos,
que se unen a estos receptores para actuar sobre la célula (figura
2). Visualice una casa, para entrar a ella, hay una puerta la cual
tiene una cerradura, a la cual solo la llave adecuada la abrirá. En
este caso la célula es la casa, la cerradura es el receptor
específico, y la llave es el fármaco que se une a la célula para
poder entrar. No cualquier fármaco podrá acceder a la célula,
igual que no cualquier llave abrirá ese cerrojo.
Figura
2: Nanopartículas en la sangre viajando a receptores de células
tumorales
Recuperado de https://clemedicine.com/10-le-systeme-endocrinien/ |
El
tratamiento del cáncer está basado en fármacos que detienen la
multiplicación de las células tumorales en combinación con
radiación, que destruye estas células. El problema es que esta
modalidad de tratamiento también afecta a células sanas, por esta
razón, los pacientes manifiestan síntomas como cansancio, debilidad
y son más susceptibles a adquirir infecciones. Uno de los objetivos
de la nanotecnología, es llevar el medicamento exclusivamente a las
células dañadas y afectar lo menos posible a células sanas. Por lo
tanto, se han creado pequeñas partículas que tienen mejor
selectividad al momento de ser administradas en el tratamiento. A
estas nuevas nanopartículas se les añadieron péptidos (unión de
aminoácidos que también forman proteínas) con la capacidad de
unirse a los receptores. Un ejemplo de estos, es el péptido NGR que
contiene asparagina, glicina y arginina, el cual se une a receptores
presentes en las células que recubren los vasos sanguíneos recién
formados en la tumoración, lo cual ayuda a dirigir exclusivamente el
fármaco hacia las células tumorales. En los estudios con estas
nanopartículas no hubo un buen resultado, ya que se observó que
aunque el péptido llegaba a unirse a sus receptores, el fármaco no
lograba atravesar el endotelio (pared que recubre los vasos
sanguíneos) y la escasa cantidad de fármaco que logró atravesarlo,
era insuficiente para tener un efecto positivo sobre todas la células
cancerosas.
Además
se observó que el organismo, a través de su sistema inmune,
eliminaba los péptidos, por lo que surgió la idea de ocultar el
fármaco para que no fuera reconocido por las defensas del cuerpo
antes de llegar a la célula tumoral. (Wong, I. Y., Bhatia, S. N.,
& Toner, M. 2013)
Se
descubrió un sistema de penetración de la pared celular que no solo
se une al endotelio, si no que logra atravesar esta capa para unirse
a los receptores que se expresan en las células dañadas. Es
importante mencionar que un péptido tiene dos extremos en los cuales
se añaden el fármaco (Extremo N), y en el otro extremo (Extremo C),
va unida la molécula que se encarga de dirigir el péptido a su
receptor. Cuando la nanopartícula llega al receptor del endotelio,
proteasas endógenas, que son un tipo de proteínas liberadas por el
endotelio para destruir cuerpos extraños, lo fragmentan, y en este
momento la porción C terminal, se activa para penetrar la pared
endotelial, ya que en este extremo va escondido el fármaco, a través
de una proteína (figura 3). Este péptido se le agrega a los
dominios NGR, lo cual aumenta su capacidad de penetración, además
de que puede cargar 10 veces más fármaco que uno NGR convencional.
(Ruoslahti, E., Bhatia, S. N., & Sailor, M. J. 2010).
Esto
supuso un gran avance en el tratamiento con nanotecnología, ya que
ahora se puede localizar el sitio de malignidad mediante péptidos
que se unen a receptores, y a partir de esta unión y destrucción
por el sistema inmune, el fármaco tiene acceso a las células
tumorales, y ataca directamente en el tumor.
Conclusión
Con
el fin de mejorar la administración de medicamentos contra los
tumores, se diseñaron estos pequeños aliados, llamados
nanopartículas; que actúan como un transporte miniatura, que lleva
al medicamento directamente a donde está el tumor, actuando
eficazmente en cualquier zona, incluso en aquellas de difícil
acceso, prácticamente sin afectar a los tejidos sanos, a diferencia
de los medicamentos actuales contra el cáncer o actuales técnicas
de tratamiento como la radioterapia. (Hauert, S. ET AL. 2014).
En
la actualidad, estos estudios se ven prometedores y ya se comenzaron
a probar en ratones, la mayoría de ellos tuvo una mejoría
impresionante con pocos efectos secundarios al compararse con otros
tratamientos actuales como la quimioterapia. Esto abre un nuevo
panorama hacia el futuro, en el que no solo podemos tratar de manera
más dirigida estos tumores, sino que también podemos detectar el
cáncer a tiempo, esto sería de gran importancia, en un país como
el nuestro, donde el cáncer es la tercera causa de muerte y las
cifras ascienden hasta 14 fallecimientos debido a cáncer por cada
100 fallecimientos entre los mexicanos. (Park, J.-H., von
Maltzahn, G., Xu, M. J., Fogal, V., Kotamraju, V. R., Ruoslahti,
E.,Sailor, M. J. 2010).
Hasta
hace poco parecía impensable que utilizáramos tecnología miniatura
para curar esta enfermedad tan importante, incluso cosa de ciencia
ficción; pero actualmente es una realidad, donde las opciones de
tratamientos van desde pequeñas partículas unidas a moléculas de
nuestra sangre que llevan medicamentos directo a los tumores y los
exterminan, hasta diminutas motas de oro, que una vez que llegan al
sitio que queremos, se iluminan con un rayo láser que pasa por el
cuerpo sin dañarlo, provocando así que sólo se afecte el tumor
marcado con oro. Todavía es muy pronto para asegurar un avance
significativo en el diagnóstico o tratamiento de esta enfermedad,
apoyado por nanopartículas; sin embargo, las investigaciones
continúan, y no sería una sorpresa que pronto se logre llegar a
objetivos planteados hace ya varios años. (Park, J. H., Von
Maltzahn, G., Ong, L. L., Centrone, A., Hatton, T. A., Ruoslahti,
E.,… Sailor, M. J. 2010).
No
debemos olvidar que existen numerosas medidas para prevenir el
cáncer. Al evaluar nuestro estilo de vida, encontramos factores
modificables sumamente importantes, algunos de ellos son: la
alimentación correcta y rica en fibra, dejar de fumar y no consumir
alcohol en exceso, hacer ejercicio, y finalmente checarnos al menos
una vez al año, para asegurarnos que todo está bien. Respecto a
esto, ¿Te considerarías alguien sin riesgo de estar enfermo?
Bibliografía
- Hauert, S., & Bhatia, S. N. (2014). Mechanisms of cooperation in cancer nanomedicine: Towards systems nanotechnology. Trends in Biotechnology, 32(9), 448–455. http://doi.org/10.1016/j.tibtech.2014.06.010
- Lin, K. Y., Kwon, E. J., Lo, J. H., & Bhatia, S. N. (2014). Drug-induced amplification of nanoparticle targeting to tumors. Nano Today, 9(5), 550–559. http://doi.org/10.1016/j.nantod.2014.09.001
- Hanahan, D., & Weinberg, R. A. (2011). Hallmarks of cancer: the next generation. cell, 144(5), 646-674. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0092867411001279#sec1
- Ruoslahti, E., Bhatia, S. N., & Sailor, M. J. (2010). Targeting of drugs and nanoparticles to tumors. The Journal of cell biology, 188(6), 759-768. http://lmrt.mit.edu/sites/default/files/Ruoslahti_review_JCB.pdf
- Wong, I. Y., Bhatia, S. N., & Toner, M. (2013). Nanotechnology: emerging tools for biology and medicine. Genes & development, 27(22), 2397-2408. http://lmrt.mit.edu/sites/default/files/Wong_GenesDev_2013.pdf
- Stricker, T. P., & Kumar, V. (2010). Robbins y Cotran: Patología estructural y funcional.
- Park, J.-H., von Maltzahn, G., Xu, M. J., Fogal, V., Kotamraju, V. R., Ruoslahti, E., … Sailor, M. J. (2010). Cooperative nanomaterial system to sensitize, target, and treat tumors. Proceedings of the National Academy of Sciences, 107(3), 981–986. http://doi.org/10.1073/pnas.0909565107
- Park, J. H., Von Maltzahn, G., Ong, L. L., Centrone, A., Hatton, T. A., Ruoslahti, E., … Sailor, M. J. (2010). Cooperative nanoparticles for tumor detection and photothermally triggered drug delivery. Advanced Materials, 22(8), 880–885. http://doi.org/10.1002/adma.200902895.