¿Puedo consumir un
medicamento que ha caducado?
Zaldo-Arredondo CI1, Zavala-Villegas S1, Yépez-Andrade AJ1, Rivera-Chávez MJ2, Urzúa-González AR2.
1.
Estudiantes de
la licenciatura en Médico Cirujano, Departamento de Medicina y Nutrición,
División de Ciencias de la Salud, Universidad de Guanajuato, México.
2.
Coordinadores
del Módulo de Medicina Interna de Fase 2, de la licenciatura en Médico
Cirujano, Departamento de Medicina y Nutrición, División de Ciencias de la
Salud, Universidad de Guanajuato, México.
Resumen. Los medicamentos cuentan con una fecha
de expiración en sus respectivos envases o cajas. La fecha de vencimiento,
determina el tiempo en el que el medicamento ha perdido o disminuido algunas de
sus propiedades. El consumo posterior a esta fecha, puede generar una
terapéutica inadecuada o producir efectos indeseables. Sin embargo, algunos
estudios sugieren que posterior a esta fecha, muchos medicamentos conservan sus
propiedades farmacológicas.
Palabras clave: Fármacos, medicamentos, fecha,
caducidad.
Summary. The medicines have an expiration date in their
respective containers or boxes. The expiration date determines the length of
time that the drug has lost or decreased some of its properties. Consumption
after this date may lead to inadequate therapy or undesirable effects. However,
some studies suggest that after this date, many drugs retain their
pharmacological properties.
Key words: Drugs, date, expiration.
Medicamentos y su fecha de expiración
En general, todos los medicamentos
cuentan después de las abreviaturas “CAD” o “EXP”, una fecha que indica
que el medicamento ha expirado. La fecha de caducidad, es el último día que el
fabricante garantiza la plena potencia y la seguridad de un fármaco, si se
almacena en condiciones adecuadas de luz, temperatura y humedad. En general,
ésta es de 12 a 60 meses después de su fabricación. Pero, ¿qué sucede con estos
productos posterior a dicho plazo?, ¿se pueden consumir si ha pasado muy poco
tiempo después de la fecha de expiración?, ¿hay medicamentos que nunca deben
ser consumidos después de esta fecha?, ¿Qué se debe hacer con ellos?
¿Podría
consumir un medicamento que ha caducado?
Ésta es una pregunta frecuente, diversas
situaciones nos hacen plantear éste cuestionamiento, del cual, la repuesta
inicial, naturalmente sería “no”. Sin embargo, en diversos escenarios, este
planteamiento es importante. Situaciones en personas que toman un medicamento
sólo cuando aparece algún síntoma o cuando estos empeoran, los fármacos pueden
permanecer sin utilizarse por meses, como los utilizados para el dolor de
cabeza, dolor muscular, aquellos que se utilizan para inducir el sueño,
medicamentos contra la impotencia sexual masculina, o para las alergias. Otras
situaciones, en las que los costos limitan a algunas personas para reemplazar
aquellos medicamentos que han caducado, crean el dilema de consumir o no el
medicamento.
Las personas en general, conocemos algunos mitos
respecto a esto. Algunos tienen establecido que tomar una patilla caduca es
tóxico, y otros, que existe un pequeño margen posterior a la fecha de
expiración, en el cual es seguro consumir un medicamento. El objetivo de este
artículo es tratar de aclarar dichas premisas.
Estados Unidos se enfrentó hace algunos años a una
problemática importante relacionada con los fármacos y su fecha de caducidad.
Después de adquirir una reserva de mil millones de dólares en medicamentos y
productos médicos para los militares del Departamento de Defensa. Para el año
de 1985, muchos de estos medicamentos estaban próximos a su fecha de
expiración, lo que implicaba una importante factura en su reemplazo para el
gobierno. Esto originó el desarrollo del “Programa de Extensión de Vida Útil” (en
inglés, Shelf-Life Extension Program),
con el fin de analizar la estabilidad de los fármacos posterior a la fecha de
caducidad, para aplazar su sustitución y así reducir costos. Sorprendentemente,
alrededor del 85% de los medicamentos analizados, permanecía en buen estado,
con concentraciones adecuadas de los ingredientes activos. Para cumplir con los
estándares de la FDA (por sus siglas
en inglés, Food and Drug Administration) de
los Estados Unidos, un ingrediente activo debe estar presente del 90 al 110% de
la cantidad indicada en la etiqueta. Estados Unidos gastó cerca de $350.000
dls, en las pruebas de fármacos que supuestamente habían expirado, y evitó así,
perder innecesariamente 33 millones de dólares en medicamentos. Esto generó
muchos cuestionamientos respecto al uso de los fármacos caducados.
Un punto importante antes de consumir
un medicamento, es verificar su fecha de caducidad. Posterior a esta fecha de vencimiento, identificada en la caja o frasco
del medicamento, no hay garantía que la medicina sea segura o efectiva, aun
cuando haya pasado un tiempo muy corto. Después de su expiración, su composición
química puede cambiar, esto puede producir que el medicamento actúe de una
forma más “débil”, con lo que pierde eficacia y no proporciona el tratamiento necesario.
Factores como la humedad y el calor pueden causar que las medicinas pierdan su
efectividad más rápidamente. Algunos incluso necesitan ser refrigerados, por lo
que es importante seguir las instrucciones indicadas en la caja o frasco, con
lo que logramos mantener los medicamentos en un ambiente que no altere
sus componentes de forma prematura, para continuar así su consumo de forma
segura.
Algunos medicamentos pueden guardar cierta eficacia posterior a la fecha
de caducidad. Como se mencionó previamente, en el caso del Departamento de
Defensa de Estados Unidos, hay evidencia científica de que muchos medicamentos
permanecen viables posterior a la fecha de expiración. Así lo demuestran
también varios estudios, como el “Stability
of Active Ingredients in Long-Expired Prescription Medications” publicado
en 2012, en la revista JAMA (por sus siglas en inglés, Journal of American Medical Association). Ocho medicamentos que
habían caducado tiempo atrás, con 15 ingredientes activos diferentes, fueron
descubiertos en una farmacia minorista, en sus envases originales, sin abrir.
Todos habían expirado 28 a 40 años antes del análisis. De acuerdo a los
resultados publicados, 12 de los 14 compuestos que fueron analizados (86%) mediante
pruebas de laboratorio, estaban presentes en concentraciones de al menos 90% de
las cantidades marcadas (la potencia mínima aceptable generalmente reconocida). Tres
de estos compuestos estaban presentes en 110% del contenido de la
etiqueta. Con lo que concluyen que, efectivamente, muchos productos
farmacéuticos recetados, conservan su potencia durante décadas después de la
fecha de vencimiento atribuida por el fabricante. Esto resulta interesante en
fármacos como los analgésicos que son de uso común. Sin embargo, el consumo de
otros fármacos, posterior a la fecha de caducidad, puede resultar peligroso.
Algunos son muy susceptibles a ser degradados después de la fecha de caducidad,
y en algunos otros, pequeñas disminuciones en su actividad farmacológica,
pueden provocar consecuencias graves en las personas que los consumen, por su
bajo efecto terapéutico, ya que no funciona adecuadamente en situaciones en la
que puede verse amenazada la vida. Algunos de los medicamentos en los que es
obligado observar la fecha de caducidad, y que deben ser reemplazados
posteriores a ésta, son por ejemplo; los anticonvulsivos, los anticonceptivos
orales, la insulina, el fenobarbital, la nitroglicerina, digoxina, warfarina,
teofilina, preparaciones tiroideas, los inyectables, como la epinefrina que se
usa en la anafilaxia (reacción alérgica grave de todo el cuerpo), las
gotas para los ojos (ya que los ojos son particularmente sensibles a las
bacterias que puedan crecer en una solución una vez degradados sus conservantes).
Medicamentos en presentación líquida, como jarabes o suspensiones, no son tan
estables como las formas sólidas. Por lo tanto, también deben ser desechados
posterior a la fecha de vencimiento.
Los antibióticos que han caducado, tampoco deben ser consumidos. Su consumo puede favorecer la resistencia antimicrobiana. Ésta se produce cuando los microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) sufren cambios al verse expuestos a los antimicrobianos (antibióticos, antifúngicos, antivíricos, antipalúdicos o antihelmínticos, por mencionar algunos ejemplos). Como resultado, los medicamentos se vuelven ineficaces, y las infecciones persisten en el organismo, pudiendo ser más graves y con opciones reducidas de tratamiento.
En un estudio (en inglés, Evaluation
of bacteriostatic potency of expired oral paediatric antibiotics and
implications on infant health) realizado en Nigeria, los autores establecen
una postura clara de no utilizar antibióticos caducos. Mediante pruebas de
laboratorio (in vitro), se observó un porcentaje mucho mayor de resistencia con
los antibióticos caducados que con los no caducados. Los autores explican
además, en este caso, que los medicamentos líquidos, como los antibióticos
pediátricos, se mezclan generalmente con conservantes; estas sustancias
químicas, al descomponerse pueden formar subproductos peligrosos, específicamente,
subproductos que pueden dañar el riñón y el hígado.
Si bien la toxicidad inducida por un fármaco caduco, es uno de los mitos
más frecuentes; de acuerdo con algunas publicaciones, el único informe de
toxicidad humana que puede haber sido causado por la degradación química o
física de un producto farmacéutico, es el daño tubular renal asociado con el
uso de tetraciclina degradada. Desde entonces, los productos de
tetraciclina se han modificado para eliminar el problema. La toxicidad por
fármacos expirados es un campo poco investigado, sin embargo, la falta de otros
informes, se inclina a favor de la inocuidad de muchos de ellos.
¿Qué se debe hacer con los medicamentos que han caducado?
Muchos medicamentos son seguros al
desecharse directamente en el basurero, algunas recomendaciones incluyen,
vaciar frascos y cajas, y mezclar los propios medicamentos con sustancias de
sabor desagradable, como arena, posos de café o tierra, depositar esta mezcla
en una bolsa sellada y desechar a la basura, todo esto con el fin de evitar que
se consuman posterior a su desecho. A pesar de que esto es una solución
práctica, actualmente existe en nuestro país organizaciones como el SINGREM
(Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos A. C.), que
desde el 2008, y por iniciativa de la industria farmacéutica, como lo cita en
su página oficial, tiene como objetivo “atender de manera responsable, la
problemática que generan los medicamentos que caducan en los hogares mexicanos”.
El SINGREM tiene más de 4,600 contenedores especializados en 27 estados. Se
ubica en las farmacias que cumplen con el programa del SINGREM. Los residuos
recolectados, son sometidos a procesos físicos de trituración, y más tarde
enviados a destino final por procesamiento en horno cementero. El concepto de
procesamiento, consiste en la destrucción térmica con ganancia de energía; esto
es, que a la par de que el material es destruido, la energía contenida en el
mismo es aprovechada para otro fin. En el caso del Plan de Manejo del SINGREM,
se busca que los residuos recolectados, sirvan como “combustible alterno” a los
diferentes hornos cementeros, autorizados para este fin. Por lo tanto, esto
representa la opción más adecuada para el desecho de medicamentos que han
caducado o con los que se ha finalizado algún tratamiento.
Conclusión
De acuerdo a todo lo antes mencionado,
podemos decir que si un una persona tiene un medicamento caduco, que necesita
tomar por una condición que no pone en peligro su vida, como dolores musculares
o dolores de cabeza, y no le es posible reemplazarlo, no hay evidencia
científica que indique que no es seguro tomarlo. Sin embargo, para situaciones
por enfermedades que sí ponen en peligro la vida o que pueden comprometerla, o
aquellos fármacos como antibióticos u otros que están en presentación líquida,
se deben desechar. No obstante, lo ideal es consumir el medicamento en las
fechas establecidas por los fabricantes y en las dosis adecuadas, para
garantizar una terapéutica apropiada con efectos óptimos y sin riesgos a la
salud, evitando así posibles reacciones adversas. Existen muchos planteamientos
para alargar el uso de medicamentos posterior a su fecha de expiración, pero
mientras se sigue investigando y proponiendo esto, la conducta adecuada es
apegarse a lo establecido, y siempre consultar al médico.
Es recomendable guardar los
medicamentos en lugares secos y fríos, no tenerlos en el baño, armarios o en
los automóviles, para así evitar su degradación precoz.
Posterior a la caducidad de los
fármacos, existen opciones para deshacerse de los mismos, que se pueden
consultar en la página del SINGREM (http://www.singrem.org.mx/), donde proporciona toda la información acerca de dónde se encuentran
los contenedores para el depósito de los medicamentos y el funcionamiento
general de su sistema.
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